¡BIENVENIDOS AL APASIONANTE MUNDO DE LA CIENCIA!

Aquí podréis navegar entre las olas del cósmico océano de la ciencia y dejar vuestras estelas. ¡Buen viaje, marineros!

viernes, 12 de noviembre de 2010

REFLEXIONES SOBRE EL DOCUMENTAL "WE FEED THE WORLD"

El documental “WE FEED THE WORLD” está relacionado con la globalización, la relación empresarios y explotados, la calidad y el sabor de los transgénicos, el negocio con el agua: el oro azul. En él nos aparece un empresario dándonos su opinión y quedándose tan pancho ahí con su corbata y su traje de terciopelo aborregado, atrincherado detrás de un despacho de una multinacional de la que se siente tan orgulloso: Nestlé. La primera impresión es que resulta poco creíble que este empresario se ponga a defender que ante todo está el futuro de la empresa y su rentabilidad frente a la gente que no puede sobrevivir por no poder acceder a un mínimo abastecimiento vital de este valioso (precious) elemento, ya que así genera oferta de trabajo para los países más pobres, con el fin de que dependan de ellos.

La cuestión está en que les venden las materias primas más baratas que el precio de su país, así ¿cómo mancuernas van a conseguir autogestión autóctona?, ¿es mejor hacer depender al país de otros países a cambio de esclavizarle y explotar sus gentes y sus recursos o darle los medios para q se autodesarrolle -claro, ¿quién iría a hacer algo así, ¡gratis!?- Supongo que aquí los que tienen la última palabra son todos estos magnates de las finanzas con corbata de oveja que se llevan las manos a la cabeza exclamando: "¡cómo es posible que en Francia hayan hecho eso de trabajar menos, cuando lo que deberían hacer es trabajar más y producir más y más y más, ad nauseam! No veo de qué manera vamos a hacer así no sólo nuestro planeta, sino nuestra vida sostenible; más bien, si es verdad que los transgénicos dañan la fertilidad de la tierra y las pescas masivas también, ¿cómo se puede llamar a eso sostenible?, en todo caso subtenible... Es necesario, pues promover alternativas como la que se expone en el documental de “100% basura” donde se defiende un modelo suprasostenible en el que lo producido es no sólo biodegradable, reutilizable, sino que aporta nutrientes para la tierra y semillas, de modo que para que el envase, por ejemplo, de un helado se tire al campo y se convierta en un líquido con semillas que fertiliza la tierra, a la manera que los insectos polinizan las flores o los árboles dejan por ahí tiradas sus semillas o los animales que las dispersan al caer sobre su pelaje y parece ser que eso genera más beneficios no sólo económicos, sino medioambientales, parece que hay cosas que pueden beneficiar a la empresa y al medioambiente...


Otro apunte del economista, que se postra ante los japoneses: "you see, the japanese, you can see, how moderns those factories are, higly robotised, almost no people...!", lo cual es contradictorio con lo que ha declarado anteriormente: que se siente lleno de orgullo y satisfación al justificar que trabajando más y más y más y más, dando así más trabajo a más gente, pero sin embargo ¡los japoneses le parecen un gran ejemplo porque apenas si necesitan personas en sus fábricas para seguir produciendo!

Y sí, claro que vivimos mejor ahora que cuando íbamos en carruajes, pero ¿a costa de qué?, de explotar los recursos naturales de los países más pobres, y no sólo alimentos, sino también minerales y ¿petróleo?: la historia de las colonizaciones del siglo XIX parece no tener fin. Para que luego digan que estamos en el siglo XXI y que no podemos pensar –nuestras ideas—como en el siglo XVII-XVIII, Ilustración, Romanticismo…, pero seguimos conquistando y justificando guerras sólo para conseguir el petróleo o los recursos escasos con los que poder hacer negocio. Pobres de los países que tienen estas materias primas porque serán sospechosos de planear alguna oscura amenaza con el fin de justificar legalmente uno de esos ataques preventivos, una de esas guerras justas o alguna Operación de Estupidez Infinita.

Una de las posibles alternativas a esta situación que sugiere uno de los documentales sobre el petróleo que he visto: Cuando el petróleo se acabe es esta: “Una posible solución para acabar con todos estos problemas y con el del petróleo sería basarnos en una amplia gama de variedad de combustibles que no conlleven los problemas medioambientales y políticos de este recurso”.


También interesante es la información de que cada vez los alimentos tienen menos sabor, que hay berenjenas de esas ultravioletas que tienen una forma rugosa imperfecta y que son más saludables y con más sabor que las que parecen como tener una proporción áurea, y ser de plástico y brillar como la manzana roja de la bruja piruja, moraleja: no todo lo que brilla es oro, ¡caramba! Bueno, y ¿qué decir de la producción supermasiva de alimentos de los cuales luego hay que tirar toneladas por los excedentes generados; de la mala calidad de la pesca cuando ésta se hace en grandes barcos industriales, en lugar de en barcos pesqueros tradicionales; y de la imagen del inicio de la proyección donde aparece una vastísima montaña de pan?
Lo de hacer negocio con el agua no tiene parangón. Pero nuestro doctor empresario expone dos teorías al respecto para eliminar ese problema:

1.-Que el agua es una necesidad básica y debe ser gratis. (Y por tanto debería contemplarse como derecho, pero no usa la palabra "derecho", sino la de "necesidad").

2.-Hay que poner precio a su agua, dado que es un bien escaso allí y por lo tanto es factible desde un punto de vista económico (parece ser que es loable desde su punto de vista) de ser comercializado -y darles trabajo para que la puedan comprar-, pues esta teoría es la que defiende el señor del Nestlé. Yo no me puedo creer que un empresario tenga el alma tan podrida como para querer lucrarse con agua potable y que a cambio, los que no tengan trabajo o no puedan pagarla mueran de sed o de enfermedades por beber agua en mal estado.

Pero es lo que tienen los amos del mundo, que priorizan obtener el máximo beneficio económico sobre la vida humana con su filantropía bancaria. Pero a ver quién le planta cara al Banco Mundial... ¿Y qué será lo próximo, vendernos aire embotellado?

Próximamente comentaré el problema de la gestión del agua, el "oro azul", a partir del documental "FLOW: For love of water", recién proyectado en los Cines Golem y del de "When the water ends: Africa's climate conflicts".


FUENTE

Documental  "We feed the world" ("Nosotros alimentamos el mundo"):
http://intercambia.net/temas/index.php/otro-documental-imprescindible-we-feed-the-world/

2 comentarios:

  1. Sin embargo es más ecológico si la botella es de cristal o de acero inoxidable, además de que son recipientes que con el tiempo no van depositando partículas en el líquido que contienen. Porque con las botellas de plástico tenemos este problema: tras varios usos se recomienda cambiarla por otra botella de plástico nueva porque se deterioran con el tiempo y pueden ir depositando algunos residuos derivados del material con el que están fabricadas en la sustancia que lleven dentro, por eso indica en su etiqueta que no es conveniente exponerlas a altas temperaturas, p.ej. Claro que tampoco es lo mismo una botella de agua que de coca-cola, porque el ph del agua es neutro y el de la coca-cola es un ph 2, ácido, con lo que es posible que el de la coca-cola dure menos y haya que cambiarla con más frecuencia.

    Por estos inconvenientes yo considero que es más fiable y ecológico que la botella sea de vidrio, como los porrones de los pueblos o de acero inoxidable como las de los escaladores, p.ej. Esas botellas te duran para toda la vida y no hay que cambiarlas.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por hacernos reflexionar un momento Jesu. Si no produjésemos tantos desperdicios la sostenibilidad del medio ambiente sería mucho más fácil. Lo barato pero perecedero sale 2 veces más caro (sobre todo para la naturaleza).

    ResponderEliminar