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martes, 20 de abril de 2010

Biólogos catalanes analizan cómo proteger al águila perdicera


    En este año, declarado por la ONU como Año de la Biodiversidad, cada vez planean menos águilas perdiceras (Aquila fasciata) -llamadas así por consumir en su mayor parte perdices rojas- sobre nuestras cabezas, hasta llegar el punto de encontrarse en peligro de extinción en Europa, en mayor medida en nuestra península y en el sureste de Francia. Este tipo de águilas anida en los roquedales, pesa unos dos kilos y su envergadura es del tamaño de 1,70 metros aproximadamente. El Equipo de Biología de la Conservación de la Universidad de Barcelona (UB) se encarga de resolver algunos problemas sobre la dispersión de este ave en Cataluña. Este estudio ha sido publicado en la revista The Ibis con el apoyo de la Diputación de Barcelona junto con el MEC y proporciona información sobre los hábitos de esta especie y su indefensión ante las amenazas a su supervivencia que servirán a los ornitólogos para pensar en cómo resolver el acuciante problema de su escasez, cada vez mayor.

    Para compensar este declive no sólo haría falta proteger sus áreas de cría, sino también de caza según el jefe del grupo de conservación, Joan Real. En este grupo de investigación se ha estado examinando el comportamiento de 18 de estas aves mediante la técnica del radioseguimiento en tres lugares diferentes: El Vallès, El Garraf y El Priorat desde el 2006 hasta el 2008 con el fin de dilucidar aspectos relacionados con su vida y comportamiento, con la extensión de territorios explotados, distancias recorridas, diferentes usos del territorio en función del sexo y la prole. Los análisis indican que esta rapaz diurna tiene unas costumbres típicas de la especie del águila, que es muy territorial y cuyas poblaciones se extienden por terrenos más o menos extrensos independientemente de su sexo. Por otra parte, también se ha observado que las parejas que no tienen polluelos se dispersan con mayor amplitud al igual que cuando no es época de cría, aunque es una especie que utiliza mucho las áreas de nidificación como descanso o refugio. Es por eso por lo que Joan Real advierte de la necesidad de conservar estas áreas no sólo durante el período reproductivo, sino durante todo el año, regulando para ello las actividades de ocio, ya que interfieren con la vida cotidiana de las águilas.

    Su anillamiento se realiza con el fin de llevar a cabo un seguimiento sobre la evolución de la especie. La revista internacional  The Auk ha publicado otro estudio de este grupo de la UB junto con otros expertos, centrándose en el análisis de las migraciones y el reclutamiento de este tipo de ejemplares en Cataluña y Francia. El investigador Antoni Hernández-Matías aclara que conocer sus movimientos resulta esencial para este trabajo, además de que sirve para mantener algunas especies locales bajo control.

    Para realizar este estudio publicado en The Auk, el equipo de la UB ha trabajado desde 1980 hasta el 2007 con 451 crías. Durante este trabajo de campo se ha comprobado que las águilas se reproducen a una edad tardía y que tienen una alta mortalidad durante su período de dispersión. Se ha observado que las hembras migran a mayores distancias que los machos y en Cataluña más lejos que en Francia.

    La investigación también está apoyada por la Fundación Miquel Torres y concluye que las poblaciones están conectadas más allá de las fronteras geográficas y que lo mejor para su supervivencia es la coordinación de los diferentes agentes y zonas implicadas.

    Los hábitos de consumo del águila perdicera se han estudiado en un artículo del Journal of Biogeography firmado por expertos de la UB y otros investigadores españoles, franceses y portugueses. Se ha analizado la variación de la dieta del águila perdicera en diversos lugares de Europa desde 1968 hasta 2006 a partir de la enfermedad hemorrágica del conejo (RHD) surgida en 1988. Según este análisis, firmado en primer lugar por Marcos Monleón, de la Universidad de Granada, el conejo era la presa favorita de las águilas antes de que padecieran esta enfermedad, seguido de las palomas y las perdices. En el sur de España el conejo y la perdiz eran las más capturadas por este predador, mientras que en el norte, tal vez motivadas por la falta de estos dos alimentos, consumían también palomas y otros pájaros.

    Tras la expansión del virus del conejo a Europa en 1988, su consumo descendió en un 30% y las águilas tuvieron que adaptarse e incorporar en su menú nuevos mamíferos, palomas, córvidos y otras aves. Esta situación propició que tuvieran que consumir gaviotas, palomas domésticas o estorninos, aves con un potencial contaminante elevado que podían hacer surgir nuevas enfermedades y alterar la estabilidad de los ecosistemas. El objetivo ahora es saber cómo estos cambios pueden afectar en la vida de las águilas.

    Los trabajos más recientes de este Equipo de Biología de la Conservación de la UB han sido expuestos en la conferencia anual de la Raptor Research Foundation, en un congreso internacional en Pitlochry (Escocia) donde participan algunos de los científicos más prestigiosos del mundo en el área de protección de las aves rapaces.

    Numerosas aves rapaces diurnas o nocturnas fallecen electrocutadas por los tendidos eléctricos, son atropelladas en las carreteras al desorientarse con las luces de los faros de los coches. Otras mueren envenenadas por plumbismo o intoxicación por ingerir balas de caza que contienen plomo -hecho que se ha comprobado al analizar sus egagrópilas-, por persecución directa: trampas, venenos, por caza, por los tendidos eléctricos. Algunos ejemplos de rapaces nocturnas son el búho chico, el búho real, la lechuza común, la campestre, el cárabo o el autillo, que también tienen estos problemas de supervivencia al entrar en contacto con nuestra especie. Como curiosidad, las aves diurnas tienen las alas más grandes, rígidas y ásperas, mientras que las de las aves nocturnas son más pequeñas, menos vistosas, más suaves y finas para hacer menos ruido por la noche y que así no las capturen los posibles predadores y es que tanto para el día como para la noche cada ave necesita unas convergencias adaptativas que les permitan adaptarse a su medio de la mejor manera posible, pero, en estos momentos, lo que les resulta más difícil es adaptarse a nosotros...



FUENTES

Portal Alphagalileo

http://www.alphagalileo.org/ViewItem.aspx?ItemId=73487&CultureCode=es



Universidad de Barcelona (UB)

http://www.ub.edu/web/ub/ca/



PARA SABER MÁS


Youtube - Vídeo sobre el águila perdicera

http://www.youtube.com/watch?v=Iyqe-a-qQWU





Escuela de Primavera. Descubre las aves en Primavera en Madrid. Visitas guiadas gratuitas
(en Casa de Campo, Dehesa de la Villa, Parque del Oeste...)

http://www.munimadrid.es/portales/munimadrid/es/Inicio/El-Ayuntamiento/Medio-Ambiente/Escuela-de-Primavera.-Descubre-las-aves?vgnextfmt=default&vgnextoid=33de93579adc7210VgnVCM1000000b205a0aRCRD&vgnextchannel=4b3a171c30036010VgnVCM100000dc0ca8c0RCRD&idioma=es&idiomaPrevio=es&rmColeccion=b468093a25f87210VgnVCM1000000b205a0aRCRD

SEO (Sociedad Española de Ornitología) - Birdlife
http://www.seo.org/index.cfm


Programa de conservación del águila perdicera - Junta de Andalucía-

http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/site/web/menuitem.a5664a214f73c3df81d8899661525ea0/?vgnextoid=6aba2b7b3b42a110VgnVCM1000000624e50aRCRD&vgnextchannel=05cb84f252eac110VgnVCM1000001325e50aRCRD&lr=lang_es


Enciclopedia Multimedia en CD-ROM:

Enciclopedia audiovisual de las aves rapaces

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