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martes, 27 de abril de 2010

Se necesitan 4.000 millones de dólares para controlar la malaria según UNICEF


    Más de 2.000 millones de personas en el mundo (más de un tercio del planeta) están amenazadas por la malaria, más del 40% según la OMS. Esta enfermedad acaba con uno de cada seis niños en África y según el último informe que UNICEF y la Alianza Roll Back Malaria (Hacer Retroceder la Malaria) han presentado con motivo del día de la Malaria, el 25 de Abril, revelan que, aunque se ha conseguido controlar la enfermedad en gran parte, el objetivo de reducirla a la mitad aún es un sueño. Incrementar el presupuesto para luchar contra el paludismo es fundamental para poner coto a esta enfermedad, tal y como se ha llevado a cabo en países africanos. El informe explica que la mortalidad infantil en estos países se puede reducir un 20% utilizando mosquiteras impregnadas con insecticidas de larga duración, entre otros métodos.

    El responsable de la malaria es un parásito, el mosquito anofeles gambiae, que se desplaza por la sangre hasta llegar al hígado, donde se multiplica rápidamente. Se puede controlar, pero al ser de transmisión animal es imposible de erradicar. Esta enfermedad se generó hace 10.000 años en el África tropical, pero hasta el 8.000 a.C. con la invención de la agricultura no se transmitió a humanos mediante las zonas de cultivo, donde los mosquitos encontraron el lugar propicio para propagarse -de hecho, paludismo viene de palus, que significa pantano-. Los insectos de aquellas zonas húmedas y calurosas encontraron atractiva la sangre humana y con el tiempo la enfermedad ha ido desarrollando su potencial de manera más letal hasta tal punto que ahora tan sólo los medicamentos más potentes pueden detener la malaria. Cada dos días se reproducen los anófeles; en dos semanas se producen billones de ellos y terminan destruyendo los glóbulos rojos. Es a través de la sangre como llegan a todas las células del cuerpo, multiplicándose y reproduciéndose y cuando el paludismo afecta a un 5% de los glóbulos rojos la persona fallece. Un agravante es que este parásito ha desarrollado resistencia a antiguos medicamentos.

   El paludismo se combatió con el DDT, altamente tóxico para los insectos, el problema es que esta sustancia se usó en 1975 en grandes cantidades, filtrándose a las aguas subterráneas y matando a los pájaros. El DDT terminó con el paludismo en Europa, pero se los resultados sobre su toxicidad para el resto de los seres vivos no son concluyentes entre la comunidad científica y se investigan otros métodos como el uso de mosquiteras empapadas en insecticidas, reducir la transmisión de esta enfermedad y su capacidad letal o cómo desarrollar una vacuna más eficaz con el fin de impedir que el parásito se reproduzca en la sangre.

   El director de Roll Back Malaria explica que “invertir en el control de la malaria es salvar vidas y cosechar frutos de largo alcance para los países afectados”, advirtiendo que sin financiación no se podría cumplir este punto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.


    El informe mencionado destaca que en los cinco últimos años, la financiación para combatir la enfermedad ha sido diez veces mayor, alcanzando 1.800 millones de dólares en 2009; que la producción de mosquiteras con insecticidas se ha quintuplicado, hasta alcanzar los 150 millones en todo el mundo; y la distribución de terapias combinadas con artemisinina (ACT) se ha multiplicado por 30, con 160 millones de dosis actualmente.

    No obstante, aunque el dinero destinado roza los 2.000 millones de dólares, aún dista de los 6.000 millones de dólares requeridos anualmente por el Plan de Acción Global contra la Malaria para que todo el mundo pueda acceder a las intervenciones anti malaria durante este año. La mayor parte del dinero se destina a África, donde muere el 89% de la población mundial. La OMS informa que su parásito infecta a más de 500 millones de personas cada año y mata a más de un millón. El África subsahariana es la más afectada por el paludismo, pero también lo son Asia, América Latina, el Oriente Medio y algunas partes de Europa.

    La enfermedad puede ser causada por una o varias especies del parásito Plasmodium. Tan sólo las hembras de mosquitos son capaces de transmitirla, ya que son las únicas que se alimentan de sangre para incubar los huevos. La única forma posible de contagio directo entre humanos es que una mujer embarazada lo transmita al feto, a través de la picadura del mosquito, o por transfusiones de donantes enfermos. Entre los síntomas del paludismo destacan la fiebre, las cefaleas y los vómitos, que normalmente aparecen de 10 a 15 días después de la picadura del mosquito. Si no se trata, el paludismo puede matar al paciente en poco tiempo.

    Otro problema es que los insectos se adapten a la meteorología de otros países y desarrollen resistencias. El peligro reside en que el mosquito hembra Anófeles ponga sus huevos en los objetos de turistas viajando, expandiendo así la enfermedad a otros lugares del mundo. Históricamente se han cultivado estas bacterias por motivos bélicos y se ha especulado sobre la posibilidad de que los terroristas pudieran extender estas enfermedades por nuestros países. La malaria y la peste son un motivo de preocupación también porque podrían llegar a Europa. Pero, ahora mismo, el inconveniente más grave es el económico, ya que investigar la malaria no resulta rentable para las empresas y requiere de donaciones de fundaciones como la Bill & Melinda Gates Foundation y otras fuentes externas de financiación.



FUENTE

Portal SINC
http://www.plataformasinc.es/index.php/esl/Noticias/La-malaria-sigue-siendo-una-amenaza-para-el-40-de-la-poblacion-mundial


PARA SABER MÁS

Malaria online. National Geographic.
http://www.cinetube.es/documentales/serie-documental/asesinos-microscopicos/capitulo-3/espanol-megavideo-25279.html



Objetivos de Desarrollo del Milenio

Objetivo por objetivo
http://www.undp.org/spanish/mdg/basics.shtml